Una combinación de dos medicamentos, la naltrexona inyectable y el bupropión oral, es segura y eficaz para tratar a adultos con trastornos moderados o graves por consumo de metanfetamina, según los resultados de un ensayo clínico de fase III a doble ciego controlado por placebo realizado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).
Los hallazgos, publicados en la revista científica ‘New England Journal of Medicine’, sugieren que esta terapia de combinación puede ser una adición prometedora a los enfoques actuales de tratamiento, como la terapia cognitivo-conductual y las intervenciones de manejo de contingencias, para una enfermedad muy grave que sigue siendo difícil de tratar y superar.
“La crisis de los opiáceos y las muertes por sobredosis resultantes en Estados Unidos son ahora bien conocidas, pero lo que es menos reconocido es que existe una creciente crisis de muertes por sobredosis que involucran a la metanfetamina y otros estimulantes. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con los opiáceos, actualmente no hay medicamentos aprobados para tratar el trastorno por consumo de metanfetamina. Este avance demuestra que el tratamiento médico para el trastorno por consumo de metanfetamina puede ayudar a mejorar los resultados de los pacientes”, explica una de las autoras del trabajo, Nora D. Volkow.
El estudio se llevó a cabo de 2017 a 2019 en clínicas de múltiples programas de tratamiento comunitario en todo EE.UU. e inscribió a 403 voluntarios adultos de 18 a 65 años de edad con trastorno por consumo de metanfetamina de moderado a grave. Todos los participantes deseaban reducir o dejar de consumir la droga y fueron asignados al azar al grupo de tratamiento o de control.
En cada una de las dos etapas de seis semanas, los voluntarios del grupo de tratamiento recibieron una inyección de naltrexona de liberación prolongada, un fármaco utilizado para tratar los trastornos por consumo de opioides y alcohol, cada tres semanas y tomaron diariamente tabletas de liberación prolongada de bupropión, un antidepresivo que también se utiliza como tratamiento para ayudar a dejar la nicotina.
A los que estaban en el grupo de control se les administraba placebos inyectables y orales combinados durante los mismos períodos de tiempo. Los investigadores realizaron cuatro pruebas de detección de drogas en la orina al final de cada etapa del ensayo. Se consideró que los participantes habían respondido al tratamiento si al menos tres de las cuatro pruebas de orina eran negativas.
En general, los participantes respondieron a una tasa significativamente más alta en el grupo de tratamiento. Cuando se hicieron las pruebas de detección durante las semanas cinco y seis, el 16,5 por ciento de los que recibieron la combinación de naltrexona/bupropión respondieron, en comparación con solo el 3,4 por ciento de los del grupo de control. Del mismo modo, cuando se realizó el cribado en las semanas 11 y 12, respondió el 11,4 por ciento del grupo de tratamiento, en comparación con el 1,8 por ciento del grupo de control.
Los investigadores calcularon que el número necesario a tratar (NNT) era 9. El NNT es una forma de describir la utilidad de una intervención médica que indica el número de personas que necesitarían recibir un tratamiento para que éste beneficie a una persona. Los investigadores informaron de que, con un NNT de 9, el beneficio de la naltrexona/bupropión como tratamiento para el trastorno por consumo de metanfetamina es similar al de la mayoría de los tratamientos médicos para los trastornos de la salud mental, incluidos los antidepresivos prescritos para la depresión o la naltrexona prescrita para el trastorno por consumo de alcohol.
Se determinó que los participantes en el grupo de tratamiento tenían menos deseo de consumir que los del grupo de placebo e informaron de mayores mejoras en sus vidas, según se midió en un cuestionario denominado Evaluación de la eficacia del tratamiento. Es importante señalar que no hubo efectos adversos significativos asociados con el tratamiento con doble medicación. La adhesión al tratamiento fue alentada por el asesoramiento sobre la adhesión y los recordatorios de aplicaciones móviles y se mantuvo alta en el 77,4 por ciento y el 82,0% en los grupos de tratamiento y de placebo, respectivamente, en las últimas seis semanas del estudio.
El trastorno por consumo de metanfetamina es una enfermedad grave que suele estar asociada a graves complicaciones médicas y de salud mental y al riesgo de sobredosis mortal. La metanfetamina es un estimulante potente y, al igual que otras drogas adictivas, secuestra las vías de recompensa en el cerebro al elevar los niveles de dopamina, una sustancia química cerebral asociada con la repetición de acciones que causan sensaciones placenteras.
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