Los salarios bajos mantenidos en el tiempo están asociados con un deterioro de la memoria significativamente más rápido, según un nuevo estudio de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) publicado en el ‘American Journal of Epidemiology’ y se presentan en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer (AAIC) 2022.
Aunque los trabajos con salarios bajos se han asociado a resultados de salud como los síntomas depresivos, la obesidad y la hipertensión, que son factores de riesgo para el envejecimiento cognitivo, hasta ahora ningún estudio anterior había examinado la relación específica entre los salarios bajos durante los años de trabajo y el funcionamiento cognitivo posterior.
“Nuestra investigación proporciona nuevas pruebas de que la exposición sostenida a los bajos salarios durante los años de mayores ingresos se asocia con el deterioro acelerado de la memoria más adelante en la vida –afirma Katrina Kezios, investigadora postdoctoral en el Departamento de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia y primera autora–. Esta asociación se observó tanto en nuestra muestra primaria como en una cohorte de validación”.
La investigación sobre los efectos de los bajos ingresos en la salud se está ampliando rápidamente. Utilizando los registros del Estudio Nacional de Salud y Jubilación (HRS) de adultos para los años 1992-2016, los investigadores analizaron los datos de 2.879 individuos nacidos entre 1936 y 1941. El salario bajo se definió como el salario por hora inferior a dos tercios del salario medio federal para el año correspondiente.
Kezios y sus colegas clasificaron el historial de salarios bajos de los participantes en el estudio en aquellos que nunca ganaron salarios bajos, que ganaron salarios bajos de forma intermitente o que siempre ganaron salarios bajos, basándose en los salarios ganados entre 1992 y 2004, y luego examinaron la relación con el deterioro de la memoria durante los siguientes 12 años, de 2004 a 2016.
Descubrieron que, en comparación con los trabajadores que nunca ganaban salarios bajos, los que ganaban salarios bajos de forma continuada experimentaban un deterioro de la memoria significativamente más rápido en la edad avanzada.
Experimentaron aproximadamente un año de exceso de envejecimiento cognitivo por un período de 10 años; en otras palabras, el nivel de envejecimiento cognitivo experimentado durante un período de 10 años por los trabajadores con salarios bajos sostenidos sería lo que aquellos que nunca ganaron salarios bajos experimentaron en 11 años.
“Nuestros hallazgos sugieren que las políticas sociales que mejoran el bienestar financiero de los trabajadores con salarios bajos pueden ser especialmente beneficiosas para la salud cognitiva”, asegura la autora principal Adina Zeki Al Hazzouri, profesora asistente de epidemiología en la Escuela Mailman de Columbia y el Centro de Envejecimiento Butler de Columbia.
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