Hombre con inflamación cardiaca
La hipercolesterolemia es un claro factor de riesgo en la enfermedad coronaria, de ahí la importancia de su tratamiento para evitar complicaciones futuras.
El riesgo cardiovascular viene determinado por la carga global de los factores de riesgo. En pacientes no diabéticos en prevención primaria, el cálculo del riesgo cardiovascular requiere integrar los factores de riesgo de un determinado individuo en tablas que permitan estimar las probabilidades que tiene de sufrir una complicación cardiovascular en los próximos años.
El objetivo del tratamiento hipolipemiante es reducir el riesgo de futuros eventos cardiovasculares. Salvo en los pacientes de alto y muy alto riesgo cardiovascular, es necesario identificar mediante las tablas de riesgo a aquellas personas con dislipemia sin eventos previos que puedan tener un mayor riesgo de padecer un primer episodio cardiovascular en los próximos años.
Las estatinas constituyen un grupo de fármacos que mejoran el perfil lipídico, puesto que disminuyen el riesgo de sufrir un evento cardiovascular, tanto en prevención primaria como secundaria.
En los ensayos clínicos de prevención primaria, las estatinas han demostrado que reducen el número de los eventos cardiovasculares.
Las modificaciones del estilo de vida es el primer peldaño y base del tratamiento de las hipercolesterolemias. No obstante, en los pacientes de alto riesgo, además de los beneficios aportados con la dieta y ejercicio hay que considerar asociar el tratamiento con fármacos.
Las estatinas son fármacos que inhiben una enzima clave en la síntesis del colesterol, la hidroximetil glutamil CoA reductasa. Su inhibición reduce la cantidad de colesterol intracelular, lo que aumenta la captación hepática de colesterol y el descenso de su concentración plasmática.
Al inhibir la prenilación proteica, las estatinas también ejercen otras acciones independientes del descenso del colesterol, lo que se ha bautizado con el nombre de efectos pleiotrópicos.
La guía NICE recomienda la utilización de estatinas en prevención primaria en pacientes con un riesgo cardiovascular igual o superior al 20% a los 10 años.
Las combinaciones fijas aportan ventajas en el tratamiento del paciente de muy alto y alto riesgo cardiovascular, situando a este en niveles de LDL que son inalcanzables con las estatinas en monoterapia, en la mayoría de los casos solo con dichas combinaciones se logran los objetivos terapéuticos marcados en las últimas guías de cardiología.
El papel de las estatinas en el tratamiento de los niveles altos de colesterol supone un claro beneficio en la reducción del riesgo de mortalidad global y cardiovascular, además de en la disminución de la incidencia de eventos cardiovasculares en pacientes con antecedentes de enfermedad coronaria.
Las estatinas en prevención primaria han demostrado reducir el riesgo de un primer evento coronario y de ictus, aunque en menor medida que los eventos coronarios. También han demostrado reducir el riesgo de un primer evento.
En prevención primaria, retrasan la progresión de la arteriosclerosis carotidea, reducen la necesidad de realizar procedimientos de revascularización y disminuyen la mortalidad total. De igual forma, las reducciones más elevadas del colesterol se asocian con mayores descensos en la tasa de las complicaciones cardiovasculares.
La asociación de estatina y ezetimiba equivale a duplicar tres veces la dosis de estatina, por lo tanto hay una disminución adicional importante de los niveles de lípidos; además, facilita el manejo integral de la dislipemia.
Las combinaciones fijas aportan ventajas en el tratamiento del paciente de muy alto y alto riesgo cardiovascular. Permiten controlar los niveles de LDL que son inalcanzables con las estatinas en monoterapia y logran los objetivos terapéuticos marcados en las últimas guías de cardiología.
Las combinaciones fijas, además de ofrecer una gran eficacia en la disminución del LDL, son seguras. En la actualidad al combinar una estatina de alta potencia, como rosuvastatina, a dosis media con ezetimiba, es en más eficaz que utilizar estatinas en monoterapia a dosis máxima.
Además, su uso contribuye a una mejora en el cumplimiento terapéutico, pues un gran porcentaje de pacientes con tratamientos hipolipemiantes suelen ser pacientes polimedicados que en ocasiones no distinguen e identifican el tratamiento con claridad entre otros pautados para sus diferentes patologías, por lo que restar un comprimido al paciente mejora la adherencia al tratamiento y, por tanto, repercute directamente en su salud.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores Luis Seoane Penas, María Portal González Lorenzo, José María Cardona Vidal, María García Lamazares y Elena García del Río, de A Coruña, y Fernando Duran Jiménez, Rafael Antonio Rojas Moreno, Felipe Sánchez Gahete, Manuel Guisado Quintana, Juan Calderón Vega y José Luis Candon Anguloy.
La Agencia Estadounidense de Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado definitivamente 'Leqembi'…
Loterías y Apuestas del Estado conmemorará el 125 aniversario del Colegio Oficial de Farmacéuticos de…
Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en los países occidentales. Son la…
Un estudio piloto realizado en un centro médico académico destaca los beneficios de la revisión…
Más de 1’5 millones de personas en España se encuentran en una situación vulnerable y…
El control de los factores de riesgo cardiovascular con pautas de modificación del estilo de…