Diversos estudios avalan la premisa que cuantos más bajos son los niveles de LDL colesterol, mejor.
Un metaanálisis de Sabatine et all demuestra la disminución de eventos cardiovasculares alcanzando niveles muy bajos de cLDL cuando se compara con una estrategia menos estricta de valores de cLDL, aunque dentro del objetivo terapéutico buscado. Además, se demuestra que esta estrategia es segura, sin evidencia de una mayor incidencia de eventos secundarios adversos de ningún tipo entre ambas estrategias.
Por lo tanto, el cLDL cuanto más bajo, mejor es un objetivo seguro, que reduce el riesgo de eventos cardiovasculares mayores en el seguimiento.
Así, dichos valores no solo ha demostrado una mayor reducción en la tasa de eventos cardiovasculares en el seguimiento de los pacientes con dislipemia, sino que también se ha demostrado su seguridad frente a una estrategia más laxa de objetivos de cLDL.
Teniendo en cuenta las guías de práctica de la Sociedad Europea de Cardiología, la estrategia planteada se debe basar en un abordaje integral que no solo incluya medidas farmacológicas, sino también cambios y modificaciones en el estilo de vida y la dieta.
Entre las medidas farmacológicas se debe establecer una estrategia escalonada con estatinas de alta potencia como primer escalón, indicación clase I, nivel de evidencia A, pasando por la asociación de ezetimiba en el caso de que no se alcancen los objetivos terapéuticos, indicación clase I, nivel de evidencia B, y finalmente un inhibidor del PSCK9 cuando a pesar de las medidas anteriores en pacientes estuviera fuera de rango terapéutico, indicación clase I, nivel de evidencia A.
Aunque las guías de práctica clínica avalan una estrategia escalonada, existen situaciones en las que se podría plantear la opción de una terapia combinada de forma precoz.
El objetivo a alcanzar en prevención secundaria es un valor de cLDL <55mg/dl y una reducción >50 % con respecto al valor basal. Por lo tanto, conociendo el valor de LDL basal y la reducción necesaria para conseguir este objetivo se puede considerar iniciar de forma precoz la combinación de una estatina de alta potencia a dosis máxima y de ezetimiba.
Se conoce que la reducción esperable de los valores de cLDL con una estatina de alta potencia a dosis máxima es de aproximadamente el 50 % y que la asociación de ezetimiba aumenta esta reducción teórica hasta el 65 %. De este modo, en aquellos casos en los que se requiera una reducción de los valores de cLDL mayor al que cabría esperar con las estatinas de forma aislada se puede comenzar con doble terapia.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Cardiología Raúl Ludeña Martínez-Tesorero, Raul Ptaszynski lanza, David Alonso Pérez, Francisco González Urbistondo, Santiago Colunga Blanco, del Hospital Universitario Central de Asturias, en Oviedo.
La Agencia Estadounidense de Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado definitivamente 'Leqembi'…
Loterías y Apuestas del Estado conmemorará el 125 aniversario del Colegio Oficial de Farmacéuticos de…
Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en los países occidentales. Son la…
Un estudio piloto realizado en un centro médico académico destaca los beneficios de la revisión…
Más de 1’5 millones de personas en España se encuentran en una situación vulnerable y…
El control de los factores de riesgo cardiovascular con pautas de modificación del estilo de…