ÁREA CARDIOMETABÓLICO

Las combinaciones fijas ayudan a mejorar la adherencia terapéutica

La relación entre abandono, persistencia y cumplimiento de la medicación es inversamente proporcional. Al hablar del cumplimiento terapéutico, se entiende el grado en que un paciente actúa de acuerdo con la dosis, pauta posológica y plazo prescritos. Pero los resultados de un tratamiento se ven afectados no sólo por cómo tomen los pacientes su medicación, sino por cuánto tiempo lo hagan. De aquí la importancia del término persistencia, que es el tiempo transcurrido desde el inicio hasta la interrupción. Existe una asociación clara y directa entre la falta de cumplimiento y la obtención de peores resultados en salud.

Los diabéticos y los hipertensos consiguen un mayor cumplimiento terapéutico que los pacientes con dislipemias en la prevención del riesgo cardiovascular. Las enfermedades con síntomas percibidos por el paciente conllevan una mejor adherencia al tratamiento. La falta de cumplimiento en pacientes con HTA y DM es más fácil de detectar en controles en la consulta, lo que conlleva mayor concienciación en el paciente de su enfermedad. Conocen mejor su enfermedad y sus consecuencias. En pacientes dislipémicos, tras un evento cardiovascular, la adhesión al tratamiento es mayor pero a medida que transcurre el tiempo puede ir abandonando el tratamiento por pérdida en la concepción del riesgo.

Hipertensión

La hipertensión sigue siendo un importante problema de Salud Pública en España por su elevada prevalencia. El incumplimiento del tratamiento a largo plazo, tanto en modificaciones del estilo de vida como en la medicación, es la causa principal de control inadecuado de la hipertensión arterial, produciendo así bajos resultados de salud y mayores costes sanitarios.

El incumplimiento de la prescripción es un hecho bien conocido, especialmente en las enfermedades crónicas. La falta de cumplimiento puede hacer referencia al rechazo inicial del tratamiento por el paciente, a la alteración de la dosis o el intervalo y a la interrupción prematura del tratamiento. El incumplimiento de los tratamientos antihipertensivos incrementa el riesgo de morbimortalidad cardiovascular.

Enfermedades asintomáticas

La interrupción prematura de los tratamientos farmacológicos se produce con mayor frecuencia en enfermedades asintomáticas que no presentan un compromiso vital inmediato, como es la hipertensión. Esta forma de incumplimiento sitúa al paciente en un nivel de riesgo cardiovascular y cerebrovascular similar al observado en ausencia de tratamiento.

Así, el incumplimiento terapéutico y el no control de los factores de riesgo cardiovascular aumentan la morbimortalidad por dichas causas. La falta de adherencia a la medicación repercute en la no consecución de los objetivos clínicos que son necesarios para disminuir la morbimortalidad.

Costes asociados

La prevención cardiovascular es la relación coste/ beneficio más eficiente. La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) calcula que el 40% de los pacientes no se medica correctamente, lo que supone ingresos y visitas médicas. Por eso, tiene un coste tanto en vidas como económico, estimado en 18.400 muertes prematuras y 11.000 millones de euros al año.

La primera ventaja de las combinaciones fijas es que al simplificarse la pauta terapéutica se facilita el cumplimiento. Además, los tratamientos en combinación permiten utilizar dosis adecuadas (no elevadas) de principios activos que actúan sinérgicamente y a menudo con mecanismos de acción diferentes y complementarios. De este modo, se pueden conseguir efectos terapéuticos potentes sin dosis elevadas de fármacos, evitando efectos secundarios.

En caso de no cumplimento terapéutico, las consecuencias son más graves puesto que se dejan de tomar más medicamentos. Si se detecta intolerancia o efectos adversos al tomar la medicación es más complejo identificar el principio activo implicado.

Implicación del paciente

Actualmente, se intenta implicar más a los pacientes en el control de su salud, explorando y considerando sus preferencias. Contrastar entre médico y pacientes las estrategias terapéuticas facilita que estos comprendan mejor su enfermedad y mejore el cumplimiento terapéutico.

Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Medicina de Familia José María Fandos Olona, Susana Sostres Francas y Marta Poch Mora, de Barcelona, y Benjamín Avilés Moya, David Molina Fernández, Javier Jesús Cantalejo Guío, Antonio Lerma Domingo, Jesús Pegalajar Martínez, Federico Martínez Gallego y Juan Carlos Martí Canales, de Jaén.

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