En España se considera que la tasa de adherencia a los tratamientos esta alrededor del 50%. La falta de adherencia provoca un incremento de las complicaciones y del uso excesivo de nuestro sistema de salud.
Para garantizar la adherencia es importante reeducar a los pacientes y señalarles que es una obligación el cumplirlo.
Los médicos deben tener en cuenta tanto el fármaco como su vía de administración, mientras que el farmacéutico puede controlarlo no solo contando las unidades prescritas y el tiempo, sino la observación de cómo está el paciente.
El Servicio de Adherencia Terapéutica en Farmacia Comunitaria es clave para el control de la adherencia. Se basa en la colaboración directa entre farmacéutico y paciente.
Sus objetivos están encaminados a detectar los problemas de adherencia, que pueden ser variados y atribuibles al propio fármaco, a su vía de administración o a su obtención.
Mediante los métodos directos, como una analítica y la observación sintomatología, se puede ver si el paciente no mejora.
Entre los métodos indirectos está la realización de cribados mediante encuestas, cuestionarios, entrevistas…
Si el paciente no mejora y se determina que si es adherente se deberá reenviar al médico para que valore la patología, si se observa que no es adherente, incluirlo en un plan del servicio de adherencia.
Una vez determinada la no adherencia, habrá que diferenciarla de intencionada o no intencionada. La primera es la más complicada de detectar, ya que el paciente suele conocer las consecuencias de esa falta de adherencia, con lo que se debe realizar una reeducación personalizada, destacando los problemas que tendrá.
La segunda se basa principalmente en un seguimiento de aporte de información de las ventajas de dicha adherencia y su control.
En dicho servicio también se lleva el seguimiento y el registro de estos pacientes.
La principal consecuencia de la falta de adherencia recae en el paciente, puesto que no se consiguen los objetivos terapéuticos marcados.
En prevención secundaria, la adherencia terapéutica es muy parecida a la presentada a prevención primaria. La principal diferencia son las consecuencias para el paciente. Suelen ser pluripatológicos y con una amplia gama de fármacos para el tratamiento de dichas patologías.
La acción conjunta de paciente-médico-farmacéutico es imprescindible para conseguir una atención sanitaria con tiempo y calidad.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Atención Primaria Elena González Villafranca, del Centro de Salud Isidro; Ana Ortega Jiménez, del Centro de Salud Olula del Río y Antonio López Nieto, del Centro de Salud Oliveros, y los cardiólogos Juan José Macancela Quiñonez y Sergio Gabriel Dorado Hart, todos de Almería.
La Agencia Estadounidense de Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado definitivamente 'Leqembi'…
Loterías y Apuestas del Estado conmemorará el 125 aniversario del Colegio Oficial de Farmacéuticos de…
Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en los países occidentales. Son la…
Un estudio piloto realizado en un centro médico académico destaca los beneficios de la revisión…
Más de 1’5 millones de personas en España se encuentran en una situación vulnerable y…
El control de los factores de riesgo cardiovascular con pautas de modificación del estilo de…