ÁREA CARDIOMETABÓLICO

La combinación de rosuvastatina y ezetimiba es buena opción en prevención primaria

La dislipemia es uno de los factores que influye directamente en el aumento del riesgo cardiovascular de los pacientes. Es importante que los pacientes tengan sus niveles controlados, tal y como indican las diferentes sociedades científicas. Los pacientes deben estar en objetivo.

No se trata de buscar el tratamiento más efectivo, sino de encontrar el tratamiento que al paciente le haga conseguir su objetivo. De ahí, la necesidad de individualizar las diferentes pautas terapéuticas y encontrar el tratamiento más efectivo para cada uno de los pacientes.

Cada fármaco hipolipemiante cuenta con una potencia de disminución del LDL o TG diferentes. Conforme se aumenta la dosis la potencia será mayor, aunque la probabilidad de efectos secundarios también aumentará.

Pauta combinada

La combinación de moléculas con mecanismos de acción diferentes es una opción terapéutica para ayudar al paciente a alcanzar su objetivo de LDL. La más utilizada es la formada por una estatina y ezetimiba, ya que mientas la estatina intervine más en la producción de LDL endógeno, la ezetimiba lo hace a nivel de recaptación.

La potencia de ambos fármacos es sumatoria, con lo cual con menor dosis se obtiene más eficacia.

Los mecanismos de acción son sinérgicos, lo que hace que la eficacia de la combinación también se potencie.

Al doblar la dosis de estatinas sólo produce un 6% adicional en la potencia de disminución de LDL de la estatina. Con la pauta combinada se aumenta la eficacia por la sinergia entre ambos fármacos.

Tratamiento individualizado

Si el paciente no está en objetivo es necesario tratarlo y el tratamiento tiene que ser tan eficaz que haga que el paciente llegue a objetivo. Si no llega el tratamiento es insuficiente y es necesario intensificarlo. La mejor forma de intensificar tratamiento es la combinación de estatina de alta potencia a la mayor dosis tolerada junto con ezetimiba, porque las guías de dislipemia apoyan que el LDL es una de las principales causa de enfermedad cardiovascular. Por eso, cuanto más bajo mejor y cuanto antes se llegue a este objetivo mejor.

Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores Marcelino López Álamo, Mabel Tavarez Durán, Vivian Rosa Victtorero Rodríguez y Yara María Pérez Dieguez

Ester Crespo

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