Un grupo de investigadores europeos miembros del grupo DRIVE-AB han identificado un conjunto de 32 indicadores de calidad (IC) para medir la idoneidad en el uso de antibióticos en pacientes ambulatorios. Es la conclusión de una revisión sistemática publicada en el Journal of Antimicrobial Chemotherapy1.
Esta treintena de indicadores de calidad se pueden utilizar, tal como señalan los autores en la conclusión del trabajo, para identificar objetivos de mejora, así como para evaluar los efectos de las intervenciones en las que se administran antibióticos en el entorno ambulatorio desde una perspectiva global.
Los antibióticos son fármacos muy útiles en el manejo de las infecciones causadas por bacterias. No obstante, cada vez hay más resistencias bacterianas, algo que preocupa a la comunidad científica. Se calcula que entre el 80 % y el 90 % de los antibióticos que se utilizan en la clínica habitual se hace en el ámbito ambulatorio y un elevado porcentaje de forma inadecuada. Este hecho ha llevado a la administración a intervenir en la promoción de un uso responsable de estos fármacos.
Para la identificación de esos indicadores, en este trabajo se realizó una revisión sistemática de la literatura existente seguida de un procedimiento Delphi modificado por RAND. Esta se realizó a través de la base de datos de Medline utilizando su interfaz de PubMed hasta diciembre de 2014. Los criterios de inclusión se centraron en la toma de consideración de aquellos estudios que tuvieran que ver con antibióticos sistémicos (no tópicos, vaginales o inhalados) en personas en el ámbito ambulatorio que describían indicadores de calidad.
En la búsqueda se identificaron 287 estudios elegibles para su completa revisión, cifra que se redujo a 54 artículos y siete páginas webs después de aplicar los criterios de inclusión y exclusión. Al final de la revisión se identificaron 43 indicadores de calidad que, tras ser presentados a una ronda de consenso en la que participaron 12 países, se redujeron a 32.
Los IC generalmente se dividen en tres categorías. Los de estructura y los de proceso, que proporcionan una evaluación directa de la calidad en la atención de la salud y, por lo tanto, permiten la identificación directa de los objetivos de la intervención. Y, por otro lado, los de resultado, centrados en las consecuencias de las intervenciones estimando indirectamente la calidad de la atención brindada.
La treintena de indicadores identificados incluyen de los tres tipos, si bien la mayoría (20 del total) se centran en la práctica clínica habitual, incluyendo las indicaciones comunes para el uso de antibióticos en la sociedad (en particular, las infecciones del tracto urinario y respiratorio), así como en la organización de los establecimientos sanitarios. De los 12 indicadores restantes, 11 abordan específicamente el tratamiento antimicrobiano parenteral ambulatorio (TAPA) y uno acomete ambos aspectos.
Este trabajo forma parte del Drive-AB (Drivin reinvestment in research and development and responsable antibiotic use), un consorcio público-privado compuesto por entidades públicas y privadas y está financiado por la Innovative Medicines Initiative (IMI) de la Unión Europea y la patronal de la industria farmacéutica europea (EFPIA).
El objetivo de este consorcio es definir el uso responsable de los antibióticos identificando las prioridades de salud pública y el valor social de disponer de nuevos antibióticos para dichas prioridades. En definitiva, buscan transformar la forma en la que se estimula la innovación antibiótica y garantizar que el uso de los nuevos antibióticos sea equitativa y sostenible.
En la conclusión del trabajo, los investigadores señalan que estos indicadores son genéricos y de aplicación mundial para evaluar la calidad del uso de los antibióticos en el ámbito ambulatorio en una amplia gama de condiciones clínicas. Son indicadores que pueden utilizarse para identificar objetivos de mejora y evaluar los efectos de las intervenciones de la administración de antibióticos. Sin embargo, concluyen que deben probarse en la práctica evaluando cuidadosamente sus propiedades clinimétricas en diferentes entornos y condiciones.
Referencia:
1 Marion Le Maréchal, Gianpiero Tebano, Annelie A Monnier, Niels Adriaenssens, Inge C Gyssens, Benedikt Huttner, Romina Milanič, Jeroen Schouten, Mirjana Stanić Benić, Ann Versporten, Vera Vlahović-Palčevski, Veronica Zanichelli, Marlies E Hulscher, Céline Pulcini, the DRIVE-AB WP1 group, Quality indicators assessing antibiotic use in the outpatient setting: a systematic review followed by an international multidisciplinary consensus procedure, Journal of Antimicrobial Chemotherapy, Volume 73, Issue suppl_6, June 2018, Pages vi40–vi49, https://doi.org/10.1093/jac/dky117
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