Los productos financiados por el Sistema Nacional de Salud bajo la denominación de fórmulas magistrales, efectos y accesorios (pañales absorbentes de incontinencia, tiras reactivas y dietoterapia) suponen en torno al 9 por ciento de las ventas de las farmacias, lo que se traduce en 85 millones de euros mensuales de facturación para el conjunto de todas las farmacias.

Son datos de la edición de abril del Observatorio del Medicamento, que señala al respecto: “estos datos son poco conocidos porque no los publica ni el Ministerio de Sanidad ni las comunidades autónomas y ha sido un reto para este Observatorio obtenerlos de diversas fuentes, de toda fiabilidad, pero que nos han pedido permanecer en el anonimato”.

Fallo de información

Se explica que “la no publicación de datos de consumo por el Ministerio de Sanidad o las Comunidades Autónomas de los llamados “Efectos y accesorios”, fórmulas magistrales, dietoterápicos, tiras reactivas y pañales de incontinencia supone un fallo de información que hemos echado de menos siempre en este Observatorio, por lo que siempre hemos tratado de buscar fuentes fiables para alcanzar algún tipo de cuantificación de estos productos. Recientemente, hemos tenido acceso, de forma ocasional, a una aproximación de estos datos de una fuente de toda fiabilidad que ha pedido permanecer en el anonimato, por lo que respetamos su identidad, aunque lamentamos que estas cosas se produzcan en momentos en que las Administraciones hacen gala de su transparencia”.

Los productos no clasificables como medicamentos –a excepción de las fórmulas magistrales, que si lo son – que se prescriben legalmente en el Sistema Nacional de Salud suponen una media de 85 millones de euros mensuales, aunque están experimentando un cierto descenso tras la pandemia.

Las recetas de estos productos registran en el mes de abril de 2022 respecto al mismo mes del año anterior, un descenso en recetas que es de un -4,30 por ciento y un descenso en importes que es de -1,6 por ciento. El coste para el Sistema Nacional de Salud desciende un -1,0 por ciento, mientras que la aportación de los beneficiarios aumenta un 1,9 por ciento. Hay que destacar que la facturación de este tipo de productos registra durante el año 2019 un crecimiento moderado pero ininterrumpido, tendencia que cambio en los años 2020 y 2021.