Los datos hablan por sí mismos: un 84 % de los pacientes en prevención secundaria tenían prescritos hipolipemiantes. Este porcentaje se reduce al 76 % en mujeres de menos de 60 años. El porcentaje de pacientes con tratamientos de alta potencia es del 50 %, siendo especialmente bajo en mujeres mayores de 60 años, que se sitúa en 45 %, según datos del estudio EUROASPIRE V.
Tanto en prevención primaria como secundaria, el control del colesterol LDL es bastante deficitario. Tal y como se recoge en el citado estudio, sólo el 32 % de los pacientes presentó un cLDL <70mg/dl, objetivo del control de las guías de práctica clínica de 2016.
Varios los motivos podrían explicar, al menos en parte, dicho control deficitario. Está la infraestimación del riesgo cardiovascular, el miedo a los efectos secundarios del tratamiento, el escaso uso de la terapia combinada hipolipemiante o la falta de adherencia al tratamiento.
Los datos del estudio EUROASPIRE V demuestra que existe un mal control de objetivos de cLDL, pero que, además, no se utilizan los recursos terapéuticos disponibles en la actualidad.
El porcentaje de pacientes con colesterol LDL por encima de 70 mg/dl es del 71 %, y es importante destacar que el objetivo actual en prevención secundaria es de 55 mg/dl. Por otro lado, un 37 % de los pacientes del EUROASPIRE V presentaron LDL por encima de 100 mg/dl.
En los pacientes en los que se necesita una reducción de LDL de muy alta intensidad (entre el 60-80 %), las combinaciones que resultan efectivas son las estatinas de alta potencia más ezetimiba. Así, un paciente en prevención secundaria se puede beneficiar de la combinación de rosuvastatina 20-40 mg más ezetimiba de 10 mg.
Según el EUROASPIRE V, un 20 % de los pacientes reconoce ser no cumplidor, y dicho porcentaje se sitúa en el 30 % en varones de edad inferior a 60 años. Por eso, es necesario fomentar la adherencia terapéutica a través de la pauta combinada. De hecho, se ha demostrado que con la terapia combinada existen tres veces más posibilidades de alcanzar niveles de LDL terapéuticos frente a terapias no combinadas.
El citado estudio pone de manifiesto que los hábitos de vida poco saludables tiene un impacto negativo en el control de LDL en los pacientes en prevención secundaria. Si se añade la falta de tratamiento adecuado y de adherencia dan lugar a que un porcentaje alto de pacientes no alcance los objetivos de LDL colesterol.
Por otro lado, se evidencian situaciones similares a nivel de control de peso, presión arterial o glucosa.
El trabajo sugiere un modelo de prevención multidisciplinar, adecuado a las características de cada territorio, en el que se pongan en valor los hábitos de vida saludable, la prescripción adecuada y el asesoramiento para su cumplimiento.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores Hugo del Castillo Carnevali, José María Gámez Martínez, Miguel Puigserver Colom, Mónica del Rio Samper e Ignacio Segura Laborda, de Palma de Mallorca, y José López Aguilera, Nerea Aguayo Caño, Álvaro Roldan Guerra, Lucas Javier Barreiro Mesa y Cristina Urbano Sánchez.
La Agencia Estadounidense de Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado definitivamente 'Leqembi'…
Loterías y Apuestas del Estado conmemorará el 125 aniversario del Colegio Oficial de Farmacéuticos de…
Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en los países occidentales. Son la…
Un estudio piloto realizado en un centro médico académico destaca los beneficios de la revisión…
Más de 1’5 millones de personas en España se encuentran en una situación vulnerable y…
El control de los factores de riesgo cardiovascular con pautas de modificación del estilo de…