La actividad física regular cambia significativamente el perfil de metabolitos del cuerpo, y muchos de estos cambios están asociados con un menor riesgo de diabetes tipo 2, según muestra un nuevo estudio de la Universidad del Este de Finlandia. Este estudio, el primero en establecer esta asociación, ha sido publicado recientemente en ‘Metabolites’.
Se analizaron un total de 1.260 metabolitos de las muestras de glucosa en ayunas de los participantes del estudio. La asociación de la actividad física con el perfil de metabolitos no se ha estudiado tan exhaustivamente ni en una cohorte tan extensa antes. De hecho, publicado en
Los investigadores investigaron la asociación de la actividad física con el perfil de metabolitos, la sensibilidad a la insulina, la secreción de insulina y el riesgo de diabetes tipo 2 en los hombres que participaron en el estudio METabolic Syndrome In Men (METSIM). Ninguno de los participantes tenía diabetes al inicio del estudio.
Se realizó un cuestionario de actividad física entre los participantes al comienzo del estudio y nuevamente ocho años después, y también se sometieron a una prueba de tolerancia oral a la glucosa y se analizaron sus metabolitos a partir de una muestra de glucosa en ayunas.
La actividad física se asoció con los niveles de un total de 198 metabolitos. Entre otras cosas, la actividad física cambió los niveles de varios lípidos de una manera que en estudios anteriores se ha asociado con un menor riesgo de diabetes tipo 2. En estudios anteriores, también se ha observado que una dieta que promueve la salud tiene algunas asociaciones similares con los niveles de ácidos grasos insaturados, por ejemplo.
Como biomarcadores metabólicos completamente nuevos asociados con la actividad física, los investigadores identificaron en particular esteroides, aminoácidos, imidazoles, ácidos carboxílicos e hidroxiácidos.
Durante el seguimiento, el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 fue un 39 por ciento menor para los hombres que eran físicamente más activos, y un 30 por ciento menor incluso para los hombres que eran físicamente activos pero no más de dos veces por semana, en comparación con los hombres que eran más inactivo. Se observaron niveles más bajos de glucosa e insulina en ayunas y una mejor sensibilidad a la insulina y secreción de insulina en los hombres que aumentaron su actividad física durante el seguimiento.
La asociación de la actividad física con la secreción de insulina sigue sin estar clara, a pesar de varios estudios al respecto. El estudio publicado ahora confirma que el aumento de la actividad física mejora la secreción de insulina.
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