El ejercicio previo puede potenciar el impacto de la quimioterapia administrada a los pacientes con cáncer de esófago para reducir sus tumores antes de la cirugía, según revela el primer estudio de este tipo, publicado en línea en el ‘British Journal of Sports Medicine’.
Los datos del ensayo comparativo muestran que la reducción del tumor fue mayor en los que hicieron ejercicio que en los que no lo hicieron.
Según los investigadores, si los resultados se confirman en otros estudios más amplios, deberían reforzar el argumento para que el ejercicio de “prehabilitación” se convierta en un tratamiento estándar para todos los pacientes que van a empezar el tratamiento del cáncer, y no sólo para los que necesitan cirugía.
El ejercicio de prehabilitación, denominado “prehab”, puede utilizarse para aumentar la fuerza, la estabilidad, el equilibrio y la movilidad como preparación para la cirugía u otra intervención médica.
Los investigadores querían averiguar si la prehabitación podría potenciar el impacto de la quimioterapia prequirúrgica, formalmente conocida como quimioterapia neoadyuvante, en pacientes con cáncer de esófago.
La quimioterapia neoadyuvante puede mejorar la supervivencia de los pacientes con este tipo de cáncer, ya que reduce el tamaño del tumor y ayuda a evitar que se extienda a otros lugares, un efecto conocido como ‘downstaging’.
Sin embargo, la quimioterapia preoperatoria puede tener un efecto tremendo en el organismo, ya que reduce la capacidad física y acelera la pérdida de masa y función muscular (sarcopenia), lo que puede limitar las opciones de tratamiento posteriores y, potencialmente, la supervivencia, dicen los investigadores.
Resultados del estudio
El análisis de todos los datos clínicos mostró que, tras la quimioterapia prequirúrgica, el grupo de prehabituación presentaba mayores tasas de reducción del tumor que los pacientes tratados de forma convencional: 15/20 (75%) frente a 7/19 (37%).
Además, según las muestras de tejido y el número de ganglios linfáticos afectados, a más pacientes del grupo de prehabilitación se les redujo el tamaño del cáncer: 9 (43%) frente a 3 (16%).
Estos pacientes también presentaban una mayor masa muscular esquelética y menos grasa visceral, pero sin pérdida de peso, así como una mayor respuesta inmunitaria y menores niveles de sustancias químicas inflamatorias en la sangre.
Añaden que “los resultados de este análisis, que muestran mejoras en la regresión patológica en el tumor primario y en la reducción de estadio clínico, son generadores de hipótesis y los primeros que se demuestran en un ensayo clínico en cáncer de esófago”.
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