Un programa de ejercicio moderado podría mejorar el éxito del tratamiento de quimioterapia en pacientes con cáncer de esófago, según los resultados de un estudio realizado en el Guy’s and St Thomas’ NHS Foundation Trust, en Estados Unidos, y publicado en el ‘British Journal of Sports Medicine’.

La investigación, en la que participaron 40 pacientes con cáncer de esófago, demuestra que el ejercicio puede incluirse con seguridad como parte del tratamiento del cáncer.

También ha demostrado que el ejercicio moderado reduce algunos de los efectos negativos de la quimioterapia sobre el estado físico, lo que significa que podría ayudar a que la quimioterapia sea una opción para más pacientes. Los autores afirman que los resultados indican que se necesita un estudio más amplio para confirmar los hallazgos.

Ejercicio guiado

El ensayo analizó el impacto del ejercicio de “prehabilitación”, un programa de ejercicio guiado en el que los pacientes recibían sesiones regulares de entrenamiento antes y durante su tratamiento de quimioterapia. También se les proporcionaron instrucciones sobre cómo continuar el programa de ejercicios en casa.

Los pacientes se compararon con un grupo de pacientes de edad y estado clínico similares antes de la quimioterapia. El equipo analizó muestras de tumores, tomografías y marcadores inmunológicos de los pacientes.

Comprobaron que los que habían participado en el programa de ejercicio mostraban una mejor respuesta a la quimioterapia, ya que sus tumores se reducían más y tenían más probabilidades de ser “degradados”, es decir, evaluados como menos avanzados.