El descenso de la inmunidad frente al SRAS-CoV-2 detectado 75 días después de dos dosis de la vacuna de Sinovac o la de AstraZeneca puede invertirse de forma significativa con una dosis de refuerzo de Pfizer/BioNTech, según un estudio realizado en Brasil por la Escuela de Medicina de la Universidad Federal de São Paulo.

La investigación, publicada en la revista científica ‘Journal of Infection’, demostró que una dosis de refuerzo de la vacuna de Pfizer/BioNTech aumentó el nivel de anticuerpos medido después de dos dosis de la vacuna de Sinovac en un factor de 25 y después de dos dosis de AstraZeneca en un factor de 7.

El estudio incluyó una cohorte no aleatoria de 48 trabajadores sanitarios de hospitales e instituciones regionales con una edad media de 30 años para los sujetos a los que se les administró la vacuna de Sinovac, y de 40 para los que se les dio AstraZeneca.

“Hemos visto que la adherencia a la dosis de refuerzo no es tan alta como podría ser. Sin embargo, nuestro estudio muestra su importancia en la medida en que aumenta significativamente la respuesta inmune y celular, y por lo tanto proporciona una mayor protección”, explica Alexandre Keiji Tashima, autor correspondiente del artículo.

Otras investigaciones ya han demostrado la eficacia de la dosis de refuerzo. Por ejemplo, según un artículo publicado a principios de febrero en la revista científica ‘Nature Medicine’, la dosis de refuerzo de Pfizer/BioNTech administrada seis meses después de dos dosis de la vacuna de Sinovac confiere un 92,7 por ciento de protección contra la infección y un 97,3 por ciento contra resultados graves. En este estudio se analizaron los datos de casi 14 millones de brasileños.

Eficacia de la dosis de refuerzo

En este nuevo estudio, se tomaron muestras de sangre de los participantes en cinco ocasiones: antes de la vacunación, 28 días después de la primera dosis, 14 días después de la segunda dosis, 75 días después de la segunda dosis y 14 días después de la tercera dosis (de refuerzo). Se realizaron pruebas clínicas para detectar los niveles de anticuerpos IgG contra el SARS-CoV-2, anticuerpos neutralizantes y respuestas celulares.

En el grupo que recibió dos dosis de la vacuna de Sinovac y el refuerzo de Pfizer/BioNTech, el nivel medio de IgG aumentó de 19,8 BAU/ml (unidades de anticuerpos vinculantes por mililitro de sangre) después de la primera dosis a 429 BAU/ml después de la segunda. Los valores de IgG iguales o superiores a 35,2 BAU/ml se consideraron positivos.

El nivel de protección descendió bruscamente en las 10 semanas siguientes, hasta alcanzar 115,7 BAU/ml. Sin embargo, tras la dosis de refuerzo, los niveles de IgG repuntaron, multiplicándose por 25 hasta alcanzar 2.843 BAU/ml. Los niveles de anticuerpos neutralizantes aumentaron del 23,5 por ciento tras la segunda dosis al 99,3 por ciento tras el refuerzo.

En el grupo al que se le administraron dos dosis de AstraZeneca y un refuerzo de Pfizer/BioNTech, las IgG aumentaron de 86,8 BAU/ml a 648,9 BAU/ml entre la primera y la segunda dosis, disminuyendo después a 390,9 BAU/ml. A continuación, se multiplicó por 7 hasta alcanzar las 2.799,2 UBA/ml tras el refuerzo. Los anticuerpos neutralizantes aumentaron del 63,2 al 98,9 por ciento.

“Incluso con la caída de la inmunidad después de la segunda dosis, todavía puede haber una respuesta celular relevante contra los antígenos virales, pero lo que es interesante es que tanto la respuesta celular como la humoral [de anticuerpos] aumentaron fuertemente después de la tercera dosis en ambos grupos. Nos llamó la atención esta medida de eficacia, que indica una buena respuesta en ambos grupos”, apuntan los científicos brasileños.