Aunque los distintos grupos farmacológicos disponibles permiten llegar al objetivo de cLDL de forma precoz, los estudios realizados indican que los objetivos en dislipemias se alcanzan en un porcentaje bajo de pacientes, en torno al 25-35 %. Uno de los principales motivos es la infrautilización de tratamiento hipolipemiante.
Hasta ahora la prescripción de hipolipemiantes se suele hacer sin tener en cuenta las características u objetivos de control de LDL de cada paciente. Esto puede deberse a la inercia, falta de información y también por presiones de la administración.
En ocasiones, los pacientes en prevención primaria no están correctamente categorizados según su riesgo cardiovascular y sus objetivos según las guías clínicas, por lo que no se prescriben los hipolipemiantes que precisan.
En una situación similar se encuentran los pacientes en prevención secundaria con la necesidad de un objetivo de niveles de LDL por debajo de 55 mg/dL.
Suelen estar tratados, pero en muchas ocasiones, tampoco se prescriben los tratamientos hipolipemiantes para alcanzar estos objetivos.
La falta de adherencia tanto a modificar hábitos de vida como a la correcta toma de la medicación, y el uso de monoterapia con estatinas pueden ser algunas de las causas de no llegar a objetivos.
Este control es especialmente deficiente en los pacientes en prevención secundaria, donde no se llega, en la mayoría de los casos, a las cifras objetivos de cLDL.
En el estudio EUROSPIRE V, se ha visto que el porcentaje de pacientes controlados en prevención secundaria es bajo: 32,3 % en hombres y 23,1 % en mujeres.
Hay que recordar que uno de los objetivos de la encuesta ESC-EORP EUROASPIRE V fue determinar el grado de consecución de las guías europeas sobre el manejo de las dislipidemias en pacientes coronarios. Para ello, se estudiaron 7824 pacientes de 130 centros en 27 países.
De dicho estudio se puede destacar que, con las evidencias demostradas en la actualidad, con la reducción de cLDL a las cifras objetivos según establecen las guías clínicas de dislipemia europeas se podrían reducir las tasas de recurrencia de enfermedad coronaria.
Los datos apuntan a un control subóptimo, por lo que es necesario establecer medidas para combatirlo. El uso de terapia hipolipemiante de alta intensidad y terapia combinada en mayor porcentaje es una opción a considerar.
De hecho, la terapia combinada mejora la adherencia al tratamiento consiguiendo alcanzar en un mayor número de pacientes las cifras objetivos de lípidos. A esto hay que añadir una menor aparición de efectos secundarios, lo que evita tener que usar dosis altas de estatinas.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores Ana García Martín, Mª Jesús Esteban Sastre, Sara Fernández Santos, Miguel Castillo Orive, Eduardo González Ferrer y Sergio García Ortego, de Madrid, y Manuel Ángel Jiménez Torres, Juan Luis Romero Cabrera, Jesús García Cintas, Luis Latorre Rus y Jaime Fernández Dueñas.
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