La falta de adherencia terapéutica de los pacientes en el caso de la enfermedad cardiovascular repercute directamente en la calidad y esperanza de vida. Es prácticamente imposible alcanzar objetivos óptimos de control de los factores de riesgo sin una adherencia adecuada. Del control de estos factores de riesgo depende en gran medida la progresión de la enfermedad cardiovascular y, por ende, la aparición de síntomas o eventos cardiovasculares mayores.
Para el profesional sanitario es primordial la adherencia por parte del paciente, ya que se toman decisiones clínicas basadas en una correcta adherencia. Esta toma de decisiones en la práctica clínica de acuerdo a una situación que no corresponde con la realidad del paciente puede llevar al médico a sobre tratar a los pacientes o buscar sinergias que realmente no se producen.
El sistema sanitario también sufre la falta de adherencia, puesto que supone un mayor gasto derivado de los ingresos e intervenciones que se deben llevar a cabo por progresión de la enfermedad cardiovascular. Además, se produce un aumento de la presión asistencial ambulatoria, ya que los pacientes con mal control de los factores de riesgo requieren visitas y test diagnósticos con mayor frecuencia.
Teniendo en cuenta lo expuesto, la adherencia terapéutica es básica y su beneficio será mayor en los pacientes que están más en riesgo. El objetivo de cLDL para estos pacientes es < de 55 mg/dl (en riesgo cardiovascular muy alto) o <70 mg/dl (en riesgo cardiovascular alto) y en ambos casos una reducción de cLDL ≥ 50 % respecto al valor basal.
Las combinaciones fijas ayudan a la adherencia, ya que se reduce el número de tomas y el riesgo de olvidos es menor. En el caso de la combinación fija de rosuvastatina más ezetimiba también desciende el precio frente a la administración de ambos fármacos por separado. Reducir la tomas ayuda a que el paciente cumpla con su pauta de tratamiento.
La presencia de enfermedad cardiovascular subclínica obliga a realizar una intervención farmacológica agresiva para poder controlar los factores de riesgo del paciente con el objetivo de reducir los eventos cardiovasculares derivados de su mal control. Estos pacientes, a pesar de encontrarse asintomáticos, son de alto o muy alto riesgo cardiovascular, por lo que la adherencia terapéutica es necesaria.
El médico juega un papel crucial para hacer entender al paciente que debe de cumplimentar correctamente el tratamiento prescrito.
Los pacientes que han sufrido un evento coronario deben mantener objetivos en términos de control lipídico del LDL y de diabetes. Se trata en todos los casos en pacientes de alto o muy alto riesgo en los cuales la adherencia es fundamental para prevenir nuevos eventos y reducir la mortalidad. Las formas farmacéuticas que lo faciliten en combinación, así como las unidades de rehabilitación cardiaca, mejoran la adherencia al tratamiento pautado.
A la hora de iniciar un tratamiento se deben tener en cuenta los factores relacionados con el paciente como son sus condicionantes socioeconómicos que pueden condicionar su falta de adherencia terapéutica. No hay que pasar por alto los factores relacionados con el sistema sanitario que pueden condicionar esta adherencia o en algunas ocasiones poner restricciones al uso de fármacos que ayudarían a aumentar la adherencia terapéutica, como son las combinaciones fijas de fármacos.
La estrategia más adecuada para favorecer la adherencia cardiovascular es la información y educación sanitaria.
Las combinaciones fijas evitan olvidos. Al incrementar la adherencia, se mejoran los resultados terapéuticos y, por lo tanto, se alcanza el objetivo primario de reducir eventos y mortalidad.
El principal beneficio que se espera de combinaciones fijas en los pacientes adherentes en prevención cardiovascular secundaria es la reducción en el número de comprimidos que el paciente tomaría a diario, así como la simplificación del régimen terapéutico, sobre todo en pacientes polimedicados y con dificultades de comprensión.
Desde la oficina de farmacia se debería favorecer la administración de combinaciones de fármacos a dosis fijas para favorecer la adherencia terapéutica. También, se puede administrar al paciente la medicación preseleccionada y ordenada según su posología en formato semanal o mensual.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Atención Primaria Juan Antonio Balda Soria, Ernesto Martínez-Losa Saenz de Tejada, Sonsoles María Velilla Zancada y Helena Almela Rodrigo, y los cardiólogos María Nieves Bravo Delgado y José María González-Gay García, de Logroño, y Pablo Repetto Otaolaurruchi, Eloi Martínez Isern, Gabriel Rodríguez González, Luis Mauricio Torres Sánchez, Hernán Eduardo Tajes Pascual, Ramon de Castro Aritmendiz, Oscar Manuel Peiro Ibáñez y Fernando Domínguez Benito, de Tarragona.
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