Los factores de riesgo cardiovascular presentan una alta prevalencia, por lo que en el ámbito clínico y en las consultas de Atención Primaria deben realizarse las actividades preventivas y de detección temprana que están bien establecidas por la evidencia científica.

Cada vez se está siendo más estricto en el control de los factores de riesgo cardiovascular por parte de los médicos de AP, ya que esta prevención es un punto de partida para evitar un aumento de esta patología con alto riesgo de mortalidad.

Para ello, es importante solicitar una analítica de despistaje y realizar una buena anamnesis y exploración al paciente como prevención primaria.

Recomendaciones

Los hipolipemiantes son fármacos de alta eficacia para disminuir la concentración plasmática de las lipoproteínas aterogénicas y prevenir las enfermedades cardiovasculares.

Las guías de práctica clínica recomiendan el uso de estatinas de alta intensidad para disminuir el cLDL al menos un 50% en los pacientes con enfermedad cardiovascular y en los de alto riesgo cardiovascular. Pese al seguimiento adecuado del tratamiento con estatinas de alta intensidad, un porcentaje significativo de pacientes de alto riesgo cardiovascular no alcanzan una disminución suficiente del cLDL.

La asociación con ezetimiba es una estrategia eficaz para potenciar el efecto hipocolesterolemiante de las estatinas, que incrementa su efecto preventivo frente a las enfermedades cardiovasculares.

Actualmente, el tratamiento hipolipemiante cubre un amplio espectro y las combinaciones de tratamientos son muy eficaces. Se debe iniciar el tratamiento con dosis eficaces y aumentarlas o asociar fármacos para conseguir objetivo adecuados prefijados.

Relación con enfermedad cardiovascular

La importancia de las dislipemias viene dada por ser una causa fundamental en las muertes debidas a enfermedades del sistema circulatorio, que son a su vez la primera causa de mortalidad en los países desarrollados.

La elevación de LDL es uno de los factores más predisponentes e importantes de las enfermedades cardiovasculares junto con otros, y su control es muy importante en la prevención de posibles patologías cardiovasculares.

Por eso, en los pacientes de alto riesgo cardiovascular las intervenciones tienen que ser más intensas, lo que implica utilizar terapias más potentes y de mecanismos de acción distintos.

Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores Miguel Ángel Abad Vila, Cristina Nieto Carballo, Luis Prieto Robisco, Tomás Dalama González, Rafael Rodríguez González y Vicente Sargado Peto, del Centro de Salud Novoa Santos, Ourense; los médicos de Familia Ana Tamarit Gomis, Eva Perez Claramunt, Fernando Sapiña Ortola, Pio Vera Lledo y Juan Manuel Meseguer Gil, de Cullera.