Un porcentaje elevado, que puede llegar hasta el 70%, de los pacientes de alto y muy alto riesgo cardiovascular no tienen controlado el colesterol. Solo el 26% de los pacientes con enfermedad coronaria consiguen bajar los niveles de colesterol LDL y el 29% de pacientes con hipercolesterolmia familiar (alto riesgo) alcanza unos niveles óptimos de colesterol LDL tras un año de seguimiento.
En este tipo de pacientes se debe mantener cifras de colesterol LDL inferiores a 100 mg/dl y de colesterol HDL superiores a 40 mg/dl. A pesar de los beneficios de las estatinas, resulta difícil alcanzar este objetivo con su administración en monoterapia.
Se debe a que las estatinas solamente inhiben el colesterol de origen hepático. Asociación con otras sustancias, como ezetimiba, que bloquea la absorción del colesterol desde el intestino, puede mejorar significativamente el tratamiento.
Con la combinación se puede conseguir una reducción adicional de los niveles de colesterol de hasta el 20 por ciento. Al reducir la absorción intestinal de colesterol con ezetimiba y la síntesis hepática con las estatinas, se consigue bloquear las dos fuentes principales de colesterol manteniendo unos niveles altos de tolerancia y seguridad.
También hay que tener en cuenta la inercia terapéutica por parte del médico y el incumplimiento terapéutico por parte del paciente.
A estos aspectos hay que añadir la no valoración por parte del paciente del riesgo real que supone su enfermedad, bien por las características propias de dicho paciente o, en otras ocasiones, por falta de información médica suficiente.
Otro de los aspectos a tener en cuenta es que puede que no tomen dosis adecuada para su nivel de colesterol y no tengan un estilo de vida correcto, por lo que hay que hacer hincapié en la dieta y en el ejercicio regular.
Las estatinas constituyen el tratamiento más eficaz y seguro para reducir el cLDL y la enfermedad cardiovascular. Detienen la progresión e incluso promueven la regresión de la aterosclerosis. Tienen sus limitaciones, debido a que el aumento de la dosis de estatinas ofrece una disminución adicional limitada del cLDL con una mayor incidencia de efectos secundarios adversos.
En este contexto, la combinación de rosuvastatina/ezetimiba mejora la adherencia terapéutica.
Este beneficio no es más que el reflejo de la asociación de varios mecanismos fisiopatológicos para el control lipídico, ventajoso ante el bloqueo de varias dianas biológicas y ante la disminución de efectos adversos potenciales.
Las estatinas actúan en el hígado, a través de una inhibición competitiva de la enzima HMG-CoA reductasa, enzima limitante en la biosíntesis del colesterol. La ezetimiba actúa a nivel de la pared intestinal, inhibiendo la absorción de colesterol biliar y de la dieta. Sus mecanismos de acción se complementan, aumentan la potencia de reducción de LDL y reducen la presencia de posibles interacciones medicamentosas y efectos adversos.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Atención Primaria María Desamparados Tercero Fuster, Vicente Martínez Bauset, Víctor Moreno Comins, Antonio Morillo Gil, Emilio López Torres y Francisco Izquierdo Muñoz, de Valencia, y Clara Jiménez Rubio, José Antonio de la Chica Sánchez, Pedro Gerez Clemente, Salvador Martin Muñoz y José Rafael Rodríguez García, de Málaga.
La Agencia Estadounidense de Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado definitivamente 'Leqembi'…
Loterías y Apuestas del Estado conmemorará el 125 aniversario del Colegio Oficial de Farmacéuticos de…
Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en los países occidentales. Son la…
Un estudio piloto realizado en un centro médico académico destaca los beneficios de la revisión…
Más de 1’5 millones de personas en España se encuentran en una situación vulnerable y…
El control de los factores de riesgo cardiovascular con pautas de modificación del estilo de…