El tabaquismo se ha asociado con la disfunción eréctil (DE) y las enfermedades cardiovasculares (ECV), pero apenas se ha investigado una relación similar en los hombres que usan a diario cigarrillos electrónicos. Ahora, en el primer estudio poblacional de este tipo, los investigadores de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York y de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins sugieren que los hombres de entre 20 y 65 años sin antecedentes de ECV que usan sistemas electrónicos de administración de nicotina (ENDS) a diario tienen más del doble (2,4 veces) de probabilidades de sufrir disfunción eréctil.
Según publican los investigadores en línea en la revista ‘American Journal of Preventive Medicine’, dado que el uso de ENDS parece estar asociado a la disfunción eréctil independientemente de la edad, la ECV y otros factores de riesgo comunes de la disfunción eréctil, los usuarios de ENDS deben ser informados sobre la posible relación entre el uso de ENDS y la disfunción eréctil.
“Dado que muchas personas utilizan los cigarrillos electrónicos como una forma de reducir los daños del tabaquismo o para ayudarles a dejar de fumar, tenemos que investigar a fondo la relación entre los productos de vapeo y la disfunción eréctil, y las posibles implicaciones para la salud sexual de los hombres.
Casi la mitad de los participantes eran antiguos fumadores de cigarrillos, el 21% eran fumadores actuales de cigarrillos y el 14% utilizaban otros productos del tabaco.
En comparación con los que nunca usaron ENDS, los usuarios diarios tenían más de dos veces más probabilidades de informar de que tenían DE (2,2 veces en la muestra completa y 2,4 veces en la muestra restringida). Hubo una asociación significativa entre el uso de ENDS y la disfunción eréctil entre los encuestados de 20 a 65 años con un índice de masa corporal normal y sin ECV, lo que sugiere una asociación de la disfunción eréctil con el uso de ENDS entre una población relativamente sana.
Dentro de la muestra restringida, el 10,2 por ciento de los encuestados declaró una DE. El cinco y medio por ciento declaró el uso ocasional de ENDS mientras que el 2,5 por ciento declaró el uso diario de ENDS. En comparación con los que declararon no usar nunca ENDS, los usuarios de ENDS a diario eran más propensos a declarar una DE tanto en la muestra completa como en la restringida. La actividad física se asoció a una menor probabilidad de DE en ambas muestras de población.
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