El 24 por ciento de los españoles se automedica. A pesar de la notable reducción experimentada en 2020, este año se constata un ligero repunte de 1,3 puntos porcentuales.
Casi el 40 por ciento de los encuestados afirma que el principal motivo para automedicarse es porque saben lo que les va a recetar el médico, teniendo en cuenta los síntomas que experimentan; este ha sido el motivo que más ha crecido respecto a 2020 (más del 12 por ciento).
El segundo motivo más común de automedicación, que representa al 36 por ciento de los encuestados, es para tratar enfermedades que no se consideran graves.
En tercer lugar, acumulando un 17,6 por ciento, los encuestados señalan las largas listas de espera para conseguir cita. Por otro lado, la razón de no perder el tiempo en ir a consulta se ha visto reducida un 12 por ciento frente a 2020.
Todos estos datos corresponden al ‘IV Estudio de Salud y Estilo de Vida Aegon’, dado a conocer este martes, en el que se analiza el análisis del estado de salud, del estilo de vida y de los hábitos y conductas relacionados con la salud y el bienestar emocional de los españoles
En la mayoría de los casos, los medicamentos más consumidos sin prescripción son de tipo antiinflamatorios/analgésicos (76,9 por ciento), seguido de antibióticos (12,9 por ciento) y ansiolíticos y/o antidepresivos (11,1 por ciento).
En concreto, sin prescripción médica, un 71,5 por ciento son los destinados a paliar síntomas o dolores ocasionales no asociados a una enfermedad (como dolores de cabeza o musculares, problemas de estrés o de insomnio).
Un 53,3 por ciento se utilizan para enfermedades leves ocasionales (como resfriados o catarros).
Llama la atención que, en 2020 eran los medicamentos para enfermedades leves los que lideraban en cuanto a automedicación se refiere, representando a más del 70 por ciento de los encuestados, viéndose una considerable reducción este año.
Por su parte, aquellos medicamentos destinados para tratar enfermedades crónicas o síntomas psicológicos, son comprados por el 9 y el 10 por ciento de los encuestados.
En cuanto al género, las mujeres recurren a la automedicación más que los hombres a tomar medicamentos sin prescripción médica (28,2 por ciento vs. 20,5 por ciento). Se trata de una cuestión a destacar, teniendo en cuenta que el año pasado fueron los hombres los que más recurrían a esta práctica (24,70 por ciento vs. 21,60 por ciento).
Por edades, se observa que los españoles de entre 26 y 40 años son los que más recurren a la automedicación (31,1 por ciento), mientras que los mayores de 65 son los que menos lo hacen (15,5 por ciento).
Según la situación laboral, los encuestados que no trabajan se automedican menos que aquellos que sí tienen empleo (21,7 por ciento vs. 26,9 por ciento).
Analizando la automedicación por zonas geográficas, los madrileños se sitúan a la cabeza, alcanzando al 33 por ciento de toda la región, doblando la cifra registrada el año anterior (16 por ciento).
En segundo lugar, se posiciona Cataluña, con un 28 por ciento de encuestados que afirma automedicarse.
Canarias ocupa la tercera posición con un 27,8 por ciento, y Extremadura es la comunidad en la que menos lo hacen, con un 11,8 por ciento.
En relación al año anterior, se observa un crecimiento generalizado respecto a los datos de 2020 en comunidades como Castilla-La Mancha o Castilla y León, así como una importante reducción del 10% en Andalucía, la comunidad que registró la cifra más alta el pasado año.
Un hecho preocupante es que, entre las personas que se automedican, muchas afirman utilizar productos por prescripción de un influencer o famoso, es decir, terceros que no son profesionales de la salud.
Ocurre, por ejemplo, en algunos productos para tratar enfermedades leves como catarros (21,3 por ciento) o suplementos vitamínicos (15 por ciento). En este caso, son más hombres los que afirman recurrir a influencers o famosos en una mayor medida respecto a las mujeres (23,3 por ciento vs. 17,9 por ciento).
Además, aquellas personas que llevan un estilo saludable consumen en menor medida medicamentos sin prescripción médica.
De este modo, casi el 80 por ciento de los encuestados que puntúan su estilo de vida por encima de 8 no se automedica, frente al 35,8 por ciento que puntúa su estilo de vida por debajo de 4 y sí toma medicamentos sin receta.
Por otro lado, aquellas personas que afirman automedicarse puntúan tanto su estado de salud física (6,76) como emocional (6,23) por debajo de las que no recurren a la automedicación.
La misma correlación se establece con la felicidad y el grado de satisfacción con la vida, ya que aquellos que se automedican afirman sentirse felices con menor frecuencia, mientras que las personas que dicen no automedicarse afirman tener un 8 por ciento más de grado de felicidad.
Puede descargar el IV Estudio de Salud y Estilo de Vida completo aquí
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